Los materiales que podamos reciclar pueden ayudar a los niños/as a desarrollar su creatividad e imaginación, además de aumentar su concentración, psicomotrocidad, tiempos de atención y concentración, posibilidades de reutilizar materiales para crear otros, etc. Todo mediante acciones concretas y específicas que requieren gran delimitación y cuya elaboración necesita de esfuerzo y paciencia. Además se pueden trabajar valores como la cooperación y la constancia, comunicación y lenguaje, cuidado del medio ambiente, desarrollo sostenible, trabajo en equipo y muchos más.
En cuanto a la manipulación de materiales les ayudará a mejorar su psicomotricidad tanto fina como gruesa, a la vez puede permitirnos como maestros a detectar algún tipo de anomalía en su desarrollo. Una vez terminada su creación, el niño/a sentirá que es capaz de hacer algo útil con sus propias manos y podrá compartirlo con sus compañeros, docentes y familiares, reforzando así su autoestima y el desarrollo de un autoconcepto positivo.
Desarrollamos a la vez los conceptos de conciencia, sostenibilidad y responsabilidad de cuidar nuestro medio ambiente. Todo esto evita que los niños caigan en el consumismo extremo tan característico que vivimos actualmente en pleno siglo XXI, trabajando de manera transversal, el desarrollo de valores y hábitos adecuados, lo que fomenta una mayor conciencia y responsabilidad.
¿Sabías que el reciclaje es una práctica individual que, sin embargo, adoptada por millones de personas a la vez puede generar enormes beneficios para el planeta?
Entre los múltiples beneficios, quiero resaltar los siguientes puntos a tratar dentro del ámbito educativo – familiar:
- Fomentar el uso responsable de las materias primas y materiales.
- Educación en valores (cuidado del medio ambiente, sostenibilidad,...)
- Ahorro de recursos naturales y del consumo energético, para luchar contra el cambio climático (emisiones de CO2, contaminación del aire, tierra, mares y ríos, etc.)
- Ventajas ecológicas, económicas y sociales (reducción de la contaminación, evitar deforestación, ahorro en la creación de materias primas, creación de puestos de empleo,…)
- Creación de materiales/juguetes/juegos/manualidades.
- Empleo de productos que no dañen o contaminen el medio ambiente.
- No desperdiciar el agua potable y saber aprovecharla al 100%.
- Respetar plantas y animales de nuestro entorno y su hábitat, preservando el medio ambiente en el que todos vivimos.
¿Cómo explicar el reciclaje en las aulas/centros o en casa?
1. Lo primero que debemos enseñarles es cómo seleccionar la basura y donde debemos depositarla. Los residuos pueden ser separados en 5 grupos: papel/cartón, vidrio, plástico, restos de comida, y otros más orientados a lo que son el aceite, juguetes, ropa y pilas/baterías/dispositivos electrónicos.
2. El aprendizaje debe ser práctico y debemos enseñarles con el ejemplo, ya que el cuidado y el respeto por el medioambiente debe comenzar dentro de las casas. Luego, esta enseñanza debe estar en concordancia con el reciclaje y la reutilización de materiales en el colegio.
3. Es importante orientarles desde muy temprana edad, ya que en un futuro serán ellos los principales responsables del planeta. Para ello, es preciso hacerles entender que el reciclaje existe para poder evitar la destrucción del medioambiente. Esta explicación se puede hacer por medio de juegos, talleres, cuentacuentos, dinámicas y otras actividades que motiven a los niños a participar en el reciclaje.
¡Hagamos más!
También es importante tener en cuenta las siguientes sugerencias en el día a día:
Elegir con cuidado los productos que se compra, considerando las posibilidades de reutilización de los envases.
Evitar comprar los productos con demasiada envoltura plástica.
Siempre que sea posible, reciclar las bolsas de supermercado para la basura o para llevarlas cuando te salgas de compras.
Reciclar los papeles que utilizamos, reutilizando ambas caras.
Hacer con que los niños usen más la pizarra o pizarrón que los papeles.
Comprar bebidas en botellas recuperables.
Usar bombillas de bajo consumo.
Difundir sus experiencias de reciclaje con los amigos e familiares.
Etc.
En definitiva, el uso de estos materiales permite desarrollar en el aula una gran variedad de actividades lúdicas, educativas y colaborativas, que facilitarán la adquisición de diversas competencias, contribuyendo así a su desarrollo físico, afectivo, social e intelectual.
Reciclar y concienciar sobre el cuidado del medio ambiente es un gesto sencillo que debemos convertir en un hábito cotidiano más de nuestros hogares y aulas e involucrar en él a nuestros/as hijos/as o alumnos/as. Practicarlo a diario es una actividad positiva para el ser humano y para el planeta. ¿A qué esperas?
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